Otra actuación que necesitaba la plaza era la reparación del graderío.
El graderío está formado por las piedras originales de la construcción de la plaza en 1912. Con el paso del tiempo muchas de ellas se han ido moviendo, por lo que su asiento ha sido retocado puntualmente a lo largo de la vida de la plaza, pero sin entrar a fondo en un repaso general. Es por esto por lo que nos encontramos con piedras más o menos sueltas, otras fuera de línea, y otras más altas o bajas que el resto del tramo de gradas. Como consecuencia el conjunto presenta un aspecto caótico y desordenado, que en algunos casos llega a incidir en la propia utilidad del mismo, siendo causa de incomodidades y tropiezos. Esto, unido a la inexistencia de escaleras de acceso a los diferentes niveles, y a los charcos que se forman entre las gradas por la inexistencia de un sistema de evacuación, y que como ya dijimos es parte de la problemática que ha provocado el deterioro de esta plaza centenaria, ha hecho necesaria la actuación que estamos comentando.
En consecuencia, se ha procedido a ir corrigiendo la situación de las piedras en los tramos más afectados por las circunstancias ya mencionadas. Para ello se han levantado tramos enteros de gradas, colocándolos a nivel y a línea.
Por otro lado, se ha colocado una piedra intermedia en varios tramos de gradas, entre los diferentes niveles, para formar escaleras que permitiesen subir y bajar al público por zonas adecuadas para ello, evitando que tenga que hacerlo entre el público sentado.
Además, como ya hemos visto en una entrada anterior se ha mejorado el drenaje de las aguas, dando pendiente a las solerillas a los pies de las gradas, y colocando tubos donde no se pueden evacuar las aguas de otro modo.
Vale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario