lunes, 14 de marzo de 2011

Medidas contra humedades.

Una de las principales patologías que ha sufrido la plaza hasta la actuación del taller de empleo ha sido la existencia de humedades. La mampostería, que forma su sistema constructivo fundamental, se ha visto deteriorada en gran medida por esta causa.
De todos es sabido que el agua es el principal agente de alteración de la piedra y de los muros construidos con ella, tanto si es marina, como de lluvia o de capilaridad (absorción a través del suelo). En nuestro caso se ha tratado del agua de lluvia, absorbida en los paramentos de los muros por los revocos viejos y deteriorados, y en la  coronación por los antiguos muros de tapial desnudos de revestimiento y con las albardillas de teja en mal estado. Esta misma agua de lluvia, posteriormente quedaba embalsada en diferentes zonas (en las gradas, al pié de los muros,...) siendo también absorbida por capilaridad.


 


Justamente por esto, una de las actuaciones que se han llevado a cabo ha tenido por objeto la disminución de la presencia de agua.
Como norma de prevención para evitar esta patología en lo sucesivo, se han tomado una serie de medidas tendentes a eliminar, o por lo menos, dentro de las posibilidades de este taller, disminuir la presencia de agua en las zonas próximas a los muros, facilitando su evacuación.
Los trabajos que se han realizado con este fin han sido:
-Eliminación de los tapiales existentes en la coronación de los muros de cerramiento, y saneado y retacado de las juntas de todos los muros.

-Realización de soleras con caídas adecuadas en la zona de tránsito de público, en la parte alta de las gradas, y entre gradas y palcos.


-Realización de soleras en el callejón entre barreras. Se han apreciado los revocos de la contrabarrera muy deteriorados en algunas zonas por las humedades, tanto debido a la absorción por capilaridad en su base, como a la existencia de un remate en su coronación totalmente deficiente.


-Realización de albardillas en el muro de contrabarrera a base de revoco bruñido.


-Realización de solerillas entre los asientos de piedra de las gradas, con caídas adecuadas, y colocando tubos cuando ha sido necesario, para que el agua pudiese correr, eliminándose así la presencia de charcos.


-Realización de soleras exteriores al pié de los muros de cerramiento. También se le ha dotado a estos muros de nuevas albardillas a base de tejas recuperadas. Esta solución ha sido muy acertada, tanto desde un  punto de vista funcional, como estético.



Esperamos que con todas estas medidas aumente significativamente la vida útil de esta plaza centenaria, además de facilitar su mantenimiento en buenas condiciones.

Vale.

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